Ranking de la calidad de la economía del Ecuador mide que tan bien está equipada para generar riqueza sostenible.
El análisis del gráfico sobre el ranking de la calidad económica de Ecuador en el Legatum Prosperity Index™ revela una tendencia preocupante en la capacidad del país para competir y generar una economía sólida y sostenible. Esta métrica, que posiciona a Ecuador entre 167 países, evalúa cómo la estructura económica de un país está preparada para fomentar riqueza a largo plazo, lo cual implica factores como la inversión, la productividad, el empleo formal y la estabilidad política y económica.
Observando el comportamiento de Ecuador en el ranking, se aprecia una oscilación que, a pesar de ligeras mejoras en ciertos periodos, evidencia una posición relativamente baja en comparación con otros países. Esta situación sugiere desafíos estructurales que limitan su desarrollo económico sostenido. La economía ecuatoriana depende en gran medida de la exportación de materias primas, como el petróleo y ciertos productos agrícolas, lo cual hace que el país sea vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional. La falta de diversificación en su base económica significa que, cuando el precio de estos productos disminuye, el impacto en el crecimiento económico y la estabilidad es profundo.
Otro factor importante en el bajo desempeño es la alta informalidad laboral. Un gran porcentaje de la población económicamente activa en Ecuador trabaja en empleos informales, lo cual limita el acceso a beneficios sociales y reduce los ingresos fiscales, impidiendo inversiones necesarias en infraestructura, educación y salud. Esta informalidad no solo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también restringe el crecimiento económico, ya que limita la capacidad de desarrollo del mercado laboral formal y las oportunidades de empleo de calidad.
A esto se suman factores de inestabilidad política y económica que han marcado a Ecuador en los últimos años. La incertidumbre en el panorama político desalienta la inversión tanto local como extranjera, afectando negativamente el ambiente de negocios. La economía de Ecuador necesita un entorno más estable para atraer inversión extranjera directa y fomentar el crecimiento empresarial nacional, pero la falta de continuidad en las políticas económicas dificulta este objetivo.
En el contexto regional y global, Ecuador enfrenta una competencia cada vez mayor de países que han invertido en diversificar sus economías, fortalecer el mercado laboral y fomentar la innovación tecnológica. Estos factores se vuelven esenciales en un mundo que avanza hacia la digitalización y la economía verde. Para mejorar su posición en el índice, Ecuador debería apostar por políticas que incentiven la diversificación económica, el fortalecimiento del mercado laboral formal, y la promoción de sectores de valor agregado que reduzcan su dependencia de las materias primas.
En conclusión, la calidad económica de Ecuador sigue mostrando debilidades que obstaculizan su capacidad para mejorar en el ranking global. Una economía más estable y diversa, con una mayor inclusión financiera y una política laboral más fuerte, podría permitir a Ecuador avanzar hacia una posición más competitiva. La clave para lograrlo radica en una estrategia a largo plazo, que esté centrada en la sostenibilidad y la resiliencia frente a los cambios globales.